jueves, 14 de abril de 2011

viviseccion & experimentos

Vivisección y sus fines
La vivisección es la sección de los animales en vivo con el fin de hacer estudios fisiológicos o investigaciones patológicas. Miles de animales mueren cada día como consecuencia de los experimentos salvajes a los que son sometidos en laboratorios (de empresas farmacológicas, cosméticas, universidades, etc.); otros tantos animales quedan mutilados o seriamente dañados. Finalmente son sacrificados.

Conejos albinos, gatos, perros, monos, cobayas, ratones, perros... sufren diversos experimentos que van desde quemaduras de productos abrasivos en piel y ojos hasta vivisecciones, pasando por enfermedades, parálisis y tumores provocados, mutilaciones, descargas eléctricas, cambios dramáticos o privación en sus ciclos de alimentación y sueño, aislamiento... verdaderas torturas.


El test Draize consiste en probar cosméticos, detergentes y lejías sobre ojos y piel de animales de laboratorio, principalmente conejos albinos, adecuados para este tipo de experimento por su bajo coste y docilidad, además de por la poca producción lagrimal, que permite ver rápidamente los efectos de la abrasión en los ojos.

El test Draize tiene dos partes: la primera es sobre la piel (Draize Skin Test), que es afeitada; posteriormente se aplica un esparadrapo que se quita bruscamente en repetidas ocasiones hasta que la piel es literalmente levantada. Sobre la herida se aplica el producto a probar y se cubre. En 10 días se descubre la herida para su estudio y se vuelven a hacer pruebas sobre las llagas abiertas.

La segunda parte del test Draize es el Draize Eye Test; éste consiste en verter o inyectar la sustancia a estudiar en el saco conjuntival y en la córnea de uno de los ojos del animal y estudiar el efecto de la corrosión en los días posteriores. El ojo normalmente se hincha y se llena de pus, pudiendo ser extirpado para su estudio.

Las cifras finales resultan verdaderamente escalofriantes: la masacre de estos animales sirve en un 60% para aprender cómo matar en experimentos con fines bélicos, un 30% tiene fines cosméticos y únicamente un 10% tiene una finalidad sanitaria.



El gato Alobar antes y de haber sido utilizado para la inserción de tubos y electrodos de forma permanente en su cerebro. El gato Alobar antes de haber sido utilizado para la inserción de tubos y electrodos de forma permanente en su cerebro. Gato adulto el laboratorio; los electrodos y tubos están insertados en su cráneo de forma permanente.

Igual de escalofriante es el caso del mono Britches; esta cría de mono fue separada de su madre a los dos días de su nacimiento para conocer los efectos de la privación maternal, igual que otras 23 crías de mono; a Britches y a varias crías más los "científicos" les cosieron los párpados para estudiar las consecuencias de la ceguera inducida. No suficiente con esto, le fijaron a la cabeza un dispositivo que emitía sonidos de altos decibelios cada pocos minutos. Un aparato junto a él hacía las veces de madre sustituta. Britches fue rescatado a sus 5 semanas de vida de la Universidad de California, Riverside, por ALF (Animal Liberation Front) en 1985, junto con varios cientos de animales. Fue tratado por veterinarios y trasladado a un refugio en México, donde fue acogido por una hembra de mono que ya había criado varias crías huérfanas. Puede ver el vídeo con su historia completa en YouTube y en su página web Britches.org.uk

Mono Britches, sometido a ceguera inducida, rescatado por ALF (Animal Liberation Front). Mono Britches, sometido a ceguera inducida, rescatado por ALF (Animal Liberation Front).

.
.
.
Aplicación en humanos
En las fotos vemos gatos siendo objeto de experimentos de vivisección; estos animales suelen ser víctimas de inserciones de electrodos en su cerebro. Note el cráneo abierto y las pupilas del gato de la última foto, sometido a pruebas de laboratorio.

Cría de gato en laboratorio; su cráneo seccionado para utilizarlo en investigaciones sobre la ceguera. Gato adulto en laboratorio; los electrodos y tubos están insertados en su cerebro de forma permanente.

La validez de los resultados de vivisección está más que puesta en entredicho, ya que las distintas especies responden de distinta manera a los mismos productos, de modo que después de todo el sufrimiento que padecen estos animales, los experimentos realizados han llevado a permitir sustancias que han acabado resultando peligrosas y contaminantes para el hombre, descubierto esto después de años de muerte y sufrimiento de estos animales. Cada año más de 500 sustancias (algunas incluso mortales) son retiradas del mercado a pesar de haber superado con éxito la experimentación en animales. Aún así, cada año 500 millones de animales son criados, capturados, robados o ilegalmente comprados para servir a estos experimentos, la mayoría de las veces inútiles y siempre provocando un dolor innecesario.


Mono que ha sufrido la inserción de electrodos en su cerebro. Macaco Elisa, vive en el laboratorio del Instituto de Neurología en Londres; electrodos y tubos están implantados en su cráneo de forma permanente.


No hay comentarios:

Publicar un comentario